La vida es una cárcel con las puertas abiertas.

Dios mío, si yo tuviera un trozo de vida, no dejaría pasar un solo día sin decirle a la gente que quiero, que la quiero. Convencería a cada mujer u hombre de que son mis favoritos 

y viviría enamorado del amor. 

A los hombres les probaría cuán equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse. A un niño le daría alas, pero le dejaría que él solo aprendiese a volar. A los viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez, sino con el olvido. He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada. He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por vez primera el dedo de su padre

 lo tiene atrapado por siempre. 

Esos dos faroles pueden hacer que si estoy fané, las pequeñas cosas se bañen del brillo de esa ternura que transmitís cuando me miras. 

Lo más curioso es que no entiendo ya que esperar. 

 Caigo parado más de la cuenta y si tropiezo ya no es fatal. 

Solo dale luz al instante, nunca te arrepentirás.

Cárcel para el que no sepa sonreír.

Mi maldita cabeza, no te para de extrañar.

La vida es como un espejo, te sonríe si la miras sonriendo.

 La edad no es el pellejo, si no tus ganas de vivir 

Importa muy poco si tu corazón vive en un piso 40 sin ascensor.

-Hola, acá estamos, tu y yo, como siempre solíamos estar

tomando vino, matando el tiempo, intentado resolver los misterios de la vida. 

 No hay nieves, soles ni lluvias que detengan su sonrisa 

Risueña, triste o chinchuda, tenerte cerca me ayuda..

Si hay memoria, no dejemos olvidar

Y he sentido en la vida mil emociones distintas

 pero juro, ninguna llegó tan lejos

 en mi alma.

 sugerías necesitar mi delirio..

 Decirte que es tu abrazo, el que me hace sentir vivo. 

 Te seguí los pasos, hasta que tu locura me comenzaba a destruir.